miércoles, 18 de enero de 2012

El último día de otoño

Y escapó del mundo. Decidió huir de su cárcel, y voló. Levantó la coraza que impedía que la luz entrara por su ventana, y al fin logró ver la luz. No recordaba cómo era. Un susurro cálido acarició su piel, haciendo que su pelo se erizara como por arte de magia. La misma magia que impregnaba un atardecer de destellos dorados, la misma fuerza que descendía por los gélidos arroyos invernales, el mismo poder que calma la tormenta. Su corazón decidió volver a bombear vida, una vida que el mismo había negado una y otra vez. Una vida que decidió recuperar. A sus oídos llegó una embriagadora música procedente de su propio llanto, que antaño entonaba una sombría marcha. Recordó el dolor, y esbozó una sonrisa. Recordó, de nuevo, la oscuridad de las tinieblas. Pero eso ya no importaba. La traición del alma es una historia llena de matices, recobecos en los que no valía la pena mirar. No si hay fe. No si, en lo más profundo de ti mismo, encuentras tu verdadero camino. Por ese motivo, levantó su coraza, la misma que impedía que la luz entrara por su ventana. Sintiéndose libre, decidió huir de su cárcel. Y voló. http://www.youtube.com/watch?v=0xnRNT0Dd1w&feature=related

1 comentario:

  1. Precioso...

    Me quedo con "la traición del alma es una historia llena de matices"

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